México y la amabilidad en el servicio (1)

"Pídame una sonrisa cuando le atienda, por favor" 

La gente en México es muy amable, por defecto. Siempre te hablan de "Usted", y también hacen uso del plural, "Ustedes".

Cualquier interlocutor, por teléfono, salpica su conversación contigo con buenos deseos. "Que estés bien", "¿Cómo está usted", "Mucho gusto"...

Es una maravilla. A mí me encanta. Y, a la hora de hablar del sector servicios, la amabilidad en las formas es máxima.

En cualquier tipo de restaurante, tu vaso de bebida nunca estará vacío: un "mesero" (camarero) estará siempre atento para volver a llenártelo de lo que estabas bebiendo, o bien te preguntará: "¿Desea tomar (beber) algo más?".

En la foto de arriba, podéis ver que hasta las propias franquicias de venta de palomitas en los cines luchan por introducir en su cultura de ventas la amabilidad. Y no es que "luchen" (porque los empleados de mostrador suelen ser todos amables), sino que invitan al propio consumidor a recordarle a su interlocutor que debe venderle con una sonrisa en la cara.

Foto: gladysmtz.blogspot.com

Esta actitud de amabilidad y buenas formas en general contrasta con mi experiencia (OJO: estoy generalizando) en España.

Un camarero medio español suele tener dominado el excelso arte de no hacer caso a los clientes.

Tanto en restaurantes, como en mostradores, como en cafeterías (o incluso en grandes almacenes), puedes estar un buen rato esperando la cuenta, levantando la mano para pedir algo más que beber... o incluso debes tener paciencia para encontrar a alguien que te atienda.

Esto es debido en gran parte, a mi juicio, al exagerado sistema de cobertura y bienestar estatal que hay en Europa. Existen tantos incentivos para no trabajar de manera eficiente, o incluso para no trabajar nada (véase la picaresca con las "bajas" por enfermedad en España), que muchos trabajadores del sector servicios no dan el máximo en su labor habitual.

En México la situación es radicalmente opuesta: hay poca cobertura social y los trabajadores del sector servicios, en general, son excelentes.

¿Habrá una relación causa-efecto en estas dos variables?

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Amabilidad hasta para pedir que se use la papelera en un cartel... ¡fantástico!